Conocida por su impresionante paisaje natural, Calpe se ha convertido en un lugar popular tanto para turistas como para residentes, ofreciendo una mezcla perfecta de belleza natural, historia rica y vibrante vida moderna.
El emblema más reconocible de Calpe, una imponente formación rocosa que se eleva a 332 metros sobre el nivel del mar. Este parque natural es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los excursionistas, ofreciendo rutas de senderismo con vistas panorámicas espectaculares del Mediterráneo y la costa circundante.
Son otro de sus grandes atractivos. Desde la amplia y animada Playa de la Fossa hasta la más tranquila Playa del Arenal-Bol, la ciudad ofrece kilómetros de arenas doradas y aguas cristalinas, ideales para el baño, los deportes acuáticos y el relax bajo el sol. Los paseos marítimos que bordean estas playas están repletos de bares, restaurantes y tiendas, creando un ambiente vibrante y acogedor.
Conserva el encanto del pasado con sus calles estrechas, casas pintorescas y murallas históricas. Aquí, los visitantes pueden explorar sitios de interés como la Iglesia Antigua, la Plaza de la Villa y el Forat de la Mar, una antigua puerta de la ciudad. Este barrio es también el escenario de numerosas festividades y eventos culturales, que ofrecen una ventana a las tradiciones locales y la rica herencia de la región.
Calpe también es un punto de partida ideal para explorar otras joyas de la Costa Blanca, como Altea, Jávea y Benidorm.
